P. D. 4. Querida persona que me lee,
Pensé que te lo había contado, tal vez lo soñé, como suelo fantasear que mis labios enuncian buenas noticias que te hacen sonreír del otro lado de unos puntos suspensivos.
( … )
Soy poesía, te dije.
Como la poesía es la vida misma de un despertar.
Soy poesía repetí.
Y me escuché vibrando mi propio verso.
( … )
A veces soy poeta circunstancial, emanan poemas de mis dedos que fluyen desde el dorso de eso que llaman desamor, que seguro se clava en las fisuras que deja un soplo en el corazón.
También he escrito versos desde la inquietud y curiosidad de rememorar el juego de ser niña. La criaturita que no me abandona y admiro tanto, aunque tal vez ese tema lo dejamos para otro domingo. ¿Te parece?
El tempo lento de mis días ha sufragado en tempestades de incertidumbre y he de recordar un verso de la obra Inti manic que leí hace una década: “Incertidumbre, dulce espera”.
Mi primer obra de nuestra pequeña revolución literaria: “Sinopsis de Ella”, aparece impávida en el corredor de las hojas digitales que caen en un pozo lleno de huesos sin armadura. Encontré un cúmulo de rostros y de recuerdos que ya no duelen, desde el 2006 he escrito poemas de largo aliento hilados por esas rupturas y decepciones. Y hoy cuando intento darles forma, los leo desde sus sombras como si se tratara de una sola persona que interpretó a las demás y se convierten en una telaraña que cuenta la misma historia calcada…
una y otra vez…
en una oleaje infinito
de cuerpos
que se destejen
en la orilla
nada
todo
fin
Hoy me siento como poesía viva, he traspasado lo incierto de no saber gestionar las emociones, aunque no soy poeta, los versos siempre vienen a mi para arrullarme en medio de los escombros de lo vencido.
Hoy viene a mi mente el eco del verso de una poeta que me hace sentir un arroyito en calma, me encantaría vivir en sus poemas, como si fuera una morada tejida en espuma y nubes frescas. Mary Oliver la recuerdo como si la hubiese conocido en persona, no soy ella, ella no soy yo, salvo que pasa que todas somos una.
Pasa que a veces lees y te transportas pensando que eres tu. Tal vez, porque su vida como poeta-mujer-lesbiana-longeva me invita a bailar entre anhelos, a escribirle poesía al amor infinito que es gratitud en sí mismo. Mary lo sabe por experiencia, yo lo calco porque hoy me siento infinitamente agradecida de ser yo misma. Valiente de todas esas experiencias que alguna vez inundaron mi cama de llanto y desolación.
Ellas son todas. Una.
Soy ellas, soy una.
Y Oliver viene a mí, porque hoy leo mi colección de poemas del desamor, como si tuviera 80 y pico de años y en ellos veo la libertad de haber aprendido lo que soy hoy.
Oliver escribe su última obra “Felicity”, en el pasaje del Amor, claramente a su esposa que había fallecido años antes:
«Acabo de decirte
algo
ridículo
y en respuesta,
tu gloriosa risa.
son estos los días
en los que el sol
se desliza de vuelta
al este
y la luz en el agua
parece que reluce
como nunca antes.
No puedo recordar
cada primavera,
no puedo recordarlo
todo –
¡son muchos años!
¿Son los besos de la mañana
los más dulces
o los de las tardes
o los de los intermediarios?
Todo lo que sé
es que «gracias» debería aparecer
por alguna parte.
Así que, por si acaso
no puedo encontrar
el lugar perfecto–
«Gracias, gracias»».
Tal vez piensen que cito al amor aunque estoy auto-editando mi propia obra sobre el desamor (la tuza). Aunque en realidad si lo pensamos mejor sólo estoy editando pasajes aprendidos de una libro de mi vida que ya pasó. Y hoy celebro el amor de haber estado desencantada, ¿qué es la vida sin esa experiencia? ¿que sería la poesía sin el encanto del dolor exquisito para disfrutar la gracia del amor equilibrado?
Escribí en aquella época una cantidad bonita de poemas que se entretejen con prosa libre, uno de esos fue:
-Poema al olvido–
No me gusta quedar con vos
así… con desaire…
Lejos…
en abismos cerrados,
con aparentes reflejos de la nada,
de la sombra de las palabras,
de los enredos de sentimientos,
de las confusiones gramaticales.
No me gusta quedar con vos así,
suelta,
pendiente,
trémula,
cabizbaja,
sin palabras,
quieta,
ausente,
en silencio,
entre lágrimas.
No me gusta estar del otro lado,
donde no te veo,
donde se siente,
pero no se toca el gesto esquivo.
No me gusta,
no saberte bien,
durante el día,
durante la noche,
en caídas lejanas,
a pensar de más
y que me quieras menos.
No me gusta,
como la vida nos entrelaza,
en nudos:
sin brisas,
en monólogos:
sin palabras,
en cartas:
sin correspondencias…
en amor:
sin existencia.
(Éste poema fue entregado en una carta, escrita a mano y tinta corrida)
Vuelve Mary Oliver a susurrarme: –Vas bien, vas bien… –y agrega éste poema como si supiera de la existencia de _ _:
-Felicity-
«Parece que amas este mundo,
«Sí», dije, «Este precioso mundo».
¿Y no te importa la mente, que te mantiene
ocupada todo el tiempo con sus oscuras
y brillantes preguntas?
«No, estoy bastante acostumbrada. Ocupada, ocupada,
todo el tiempo».
¿Y no te importa vivir con aquellas preguntas,
me refiero a las difíciles, a las que nadie puede
responder?
«En realidad, son las más interesantes».
¿Y tienes a alguna persona en tu vida cuta mano
quieras apretar?
«Sí, la tengo».
Seguramente entonces debes de ser muy feliz allí abajo
en tu corazón.
«Sí», dije, «Lo soy»».
Cuando Mary deja de susurrar su último poema, me sonrojo y digo para mis adentros: –Aquí no cabe hablar de aquello y de eso que guardan mis sonrisas picaronas.
Por ahora te dejo con otro poema que hace parte de mi obra desde la voz de un amigo que eligió analizarlo a profundidad: “Una capicúa y un palíndromo son poesía del desamor”, también te dejo el capítulo 3 de mi docu-diario del proceso de escritura.
Me despido, nos vemos pronto.
P.D. Gracias por ser mi cómplice en estas notas al pie de la escritura (edición). Espero que puedas escribirme, mi buzón te espera y siempre es bueno recibir ánimo para esta aventura de publicar todo lo escrito por tantos años.
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Mis queridos hogares:
Créditos:
1. Autorretrato que me tomé en aquélla época en la que escribí parte de los poemas del desamor.
2. Portada temporal de mi obra SINOPSIS DE ELLA (también con un autorretrato de esa época de duelos infinitos)
3. Mood del proceso que llevo en el docu diario o docu serie.
4. Fotografía de Mary Oliver con su esposa, tuevieron una hermosa relación de 40 años.
5. Portada del último libro de poemas de Mary Oliver: Felicity
6. Frame del video de Análisis que hizo mi amigo y colega Carlos Santiago acerca de un poema que hacer parte de SINOPSIS DE ELLA