🐌 P.D # 2: Hibernar en Verano

P. D. 2. Querida persona que lee,
 
Te escribo desde una esquinita de mi mente, mientras mi cuerpo escucha un silbido que proviene de la ventana. Como un eco de mí, que dejó de ser esa persona y se ha transformado en viva voz hoy.
 
Como una onda de sonido que viaja por espacios imaginarios, entre un invierno donde el sol aparece por un resquicio y un verano que aparenta festividades.
 
De repente ya no estoy en esa esquina mental, me encuentro en la cocina contando los huecos vacíos de la huevera. Se me van las luces.
 
Se apagan y se enciende un fogonazo detrás de los párpados, la superficie que sostiene nuestros pies gracias a la gravedad se resbala sin moverse de la baldosa que los contenía, y el maremoto geométrico del espacio se desplomó en sus vértices y se convirtieron en un líquido que se templa en sus puntos equidistantes. Un vacío hecho globo carnoso recorrió mi garganta y estalló como mariposas asustadas entre los pulmones hasta alcanzar el vuelo en el estómago. Como surfista de la marea ciega, mis manos se extendieron como alas de ganso torpe, y trataron de sujetarse de las paredes gelatinosas, hasta rendirse pues ya no tenía dedos, sino alas. El vértigo ocular succiono mis cachetes en cámara lenta y un espasmo tembleque en las rodillas me desplomó sobre el único huevo que quedaba.
 
Nadé en la nada, el piso desapareció y en caída libre me sumergí en el universo amarillo de viscosidad, donde mi cuerpo era elástico y se deformaba cada vez que un zumbido se filtraba. Intenté avanzar hacia adelante, como si existiera un porvenir que me espera del otro lado. De tanto intentarlo, me di cuenta que dentro de esa esfera de goma, era imposible avanzar, intenté explotarla para salir como si se tratara de una placenta. Fue imposible. No había nada que hacer.
 
Me rendí a la nada. Empecé a sentir como la irrigación gelatinosa se convertía en mi a de ene, dejé que sus tentáculos me abrazaran y me acosté como un feto en un reposo profundo, me dejé ir.
 
Y al escuchar mi respiración en calma, empecé a sentir mi cuerpo, mis dedos cosquillean, como si de despertaran de un letargo, sentí de nuevo las extremidades tocando el piso y las paredes de la cocina. Me levanté despacio, aún con el mareo entre la sien y la garganta, el huevo destrozado en el suelo era una obra de arte.
 
Sonreí.

Entendí que necesitaba cerrar los ojos, estar en reposo y volver a hacer nada. Hay que aceptar que tenemos un ritmo interno diferente al que nos demanda el exterior. El mío es el ritmo de un caracol que va dejando rastro a medida que avanza, porque mi huella es muy importante y siempre hay que detenerse, sentirse hacia adentro y agradecer ser una misma: y así podrás usar tus alas.

(Tal vez es importante escuchar a los holandeses con su práctica: Niksen)

Aunque estemos en un mismo lugar físico, los cambios internos están incomodando nuestro estar en el mundo. Por eso te regalo esta canción: Take it easy my brother Charlie, la escucho (y bailo) cada vez que necesito estar chill respecto a los cambios. Cuando la canto parafraseo los versos y me digo a mi misma: Take it easy my sister Jules!

En algunos lugares de mundo, están en verano; aunque aquí en la Ciudad Gris, el humor climático cambia con cada pestañeo, aquí llueve torrencialmente y luego estalla el sol en alguna ventana, aunque no emana ningún tipo de calidez, es como una ilusión óptica.
 
Hace un rato terminé de volver a ver el hermoso verano de: Call me by your name. En mi imaginario quería sentir un poco de calor, un poco de esa Italia anhelada y un poco de esa adolescencia que aún recuerdo y me gusta retratar en mis escritos. Volví a amar todos esos planos perfectamente cuidados, como una hipérbole a la belleza del sol tocando los cuerpos mojados y aquel adolescente revoloteando y sonriendo aunque estuviera en medio de una tempestad interior, adoleciendo la vida, pues ese es su ciclo vital.
Esto lo hilé de una manera intuitiva, con una una charla que di sobre escritura, en la que hablé principalmente sobre por qué yo no creo que que exista el bloqueo a la página en blanco y para ir a más profundidad lo conecté con las estaciones; hoy no te hablo de la página en blanco, para ello tendrás un video ésta semana en mi Laboratorio: @wemelab.
 
Hoy entre los balbuceos presiento que así como aprendí a identificar los ciclos del proceso de mi escritura puedo traspasarlo a los ciclos de la vida cotidiana: en estos momentos tal vez estoy en Invierno y mi cuerpo me pide hibernar aunque mi mente está en el furor del verano, con toda la latencia de las ideas vivas, como esos planos panorámicos que te generan una avidez para traspasar la pantalla e ir a ese lugar soleado, para que encontrarte con un amor de verano, aunque por mí que haya luz pero que no me atosigue el calor.

Hay un video juego que parece ser una segunda vida, lo jugué en la adolescencia tardía, y ahora en mis ratos de domesticar la cocina, no lo juego pero veo como otros lo juegan y cumplen retos de historias que se inventan a modo de series de drama y comedia, es muy interesante cómo se sumergen en esas historias y las comparten. He estado tentada a crear algo así, pero sería una adicción poco conveniente en estos momentos de reorganización vital. Por ahora, prefiero hacer nada en el sofá.

Ahora, me despido, espero que entre la subjetividad de mi mente hayas tenido un momento de la tarde placentero, y quizás hayas sonreído.

P.D. Recuerda dedicar tiempo para ti.
 

 

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Si quieres borrarte de la lista o ponerte otro calcetín, hay que entretenerse con algo, (abajo lo puedes hacer).
Mis queridos hogares:
Casa We & Me lab! y ClemSinOxígeno
www.clemsinoxigeno.com
Créditos:
 
 1. Fotografía que tomé una mañana jugando a dibujar y animar.
 
2. Fotografía que tomé en unas vacaciones.
 
3. Portada del disco de Jorge Ben Jr.
 
4. Frame de la película: Call me by your name
 
5. Frame del trailer del video juego SIMS 4: Vida Isleña
 
6. Fotografía que tomé una mañana jugando a dibujar y animar.