Querida persona que me lee,
Han pasado un par de meses sin que escriba una posdata. Tenía muchas cosas por decir y al mismo tiempo tenía la sensación de no tener qué decir nada. A veces el silencio es el mejor camino para reconocerse.
Han pasado 23 días, 15 horas desde un instante que transformó un devenir pausado, y allí me reconocí en silencio, en un intervalo de tiempo que necesitaba sólo para mí y fue un espejo que me hizo olvidar por un momento todo lo que había pasado este año.
He escuchado que para muchas personas este año ha sido: Una mierda. Con un punto contundente o varios signos de admiración. Cuando lo escucho o leo, me pregunto si realmente ha sido así, me pregunto si del otro lado quien me lee ha revisado cada rincón de su piel y su mente para catalogar este año de esa manera. En mi caso particular, no siento que haya sido un año de mierda, para mí se ha tratado de un año extendido, pues mi 2018 y 2019 no distan mucho de lo que viví en el 2020. Salvo que el 2020 supuso para mí, un tiempo de ReconoceR, una palabra viva que tiene un doble camino que te lleva a crecer, a transformarte, es una de mis palabras más queridas y vivirla en cuerpo y voz ha sido doloroso y maravilloso.
ReconoceR
Aunque tengo una memoria envidiable (dirían algunas), este año empecé a olvidar selectivamente, de manera voluntaria y la actividad del año se condensó en un Síviembre que merecía toda la fiesta y atención. Luego vino Diciembre el mes en el que más lloví por dentro, y por fuera (lo siento, pero que el verano en la Ciudad Gris acabara, fue enteramente mi culpa), reconocí que había aplazado un duelo interior de años compactados y por fin empecé a soltar toda la carga, todas las cuerpas y todas las creencias caducas. No es fácil, por eso el cansancio continúo, la pesadez mental y el sueño prolongado en horas en las que solía despertar.
Para mí, sentir mi evolución y transformación, aunque duela, no ha sido una mierda; claro, hay días de días, por ejemplo, hay días en los que la rabia transita con una pasión desmedida, como aquel día de “fiesta”, en el que ví una bolsa volar por el viento pero estaba atascada en la ventana de un lugar lejísimos, y me pareció un chiste cósmico, un acto de poca consideración, de esos que entiendes como un adiós. Luego vino el insomnio, el zancudo, el silencio, el entendimiento, el agradecimiento y la distancia real.
La distancia ha sido un tema vivencial para todas y todos, aunque me pregunto si antes de todo esto, la distancia ya no era un diario vivir, y estar en casa por obligación, no fue más bien una sacudida a todo lo que nos estábamos perdiendo, sobre todo, porque siento que muchos viven en automático y el tiempo de la pausa más bien es una gran oportunidad de respirar y reconocer que no todo venía viento en popa. Dicen, que este bicho, cuando te da, despierta otras enfermedades, y sino te da, pero vives las circunstancias, ¿no será que develó lo que no queríamos enunciar? La verdad nos libera, y si nos hemos mentido a nosotras mismas, ya era hora de despertar, de esta cachetada cósmica que se había convertido en nido, en ese espacio cómodo del que es tan difícil salir.
Sin ir muy lejos, hoy celebro el ReconoceR cada parte de mí y por eso traigo un audio que reencontré y que me hizo sonreír, una sonrisa que viene como brisa de montaña y recorre mi cuerpa como río fresco. (Escucha en el siguiente botón)
Escucharme ha sido un gran regalo de fin de fiesta. Pues celebro a esa persona que fui y que soy, reconocer que he hecho un gran trabajo interior y que cada vez me siento más plena y en libertad es maravilloso.
Me gustaría expandir lo que he aprendido y por eso quiero compartirte un regalo de escritura de cartas que me hacen mucha ilusión y que además se conecta con una propuesta que te haré en Enero. Estos correos te llegarán a partir de mañana, espero los disfrutes y te animes a jugar, a escribir y a reconocer-te.
Si quieres regalar este desafío de escritura de cartas, puedes reenviar este correo o el link del siguiente botón, al registrarse en las posdatas o en el desafío, le llegarán a su buzón a la misma hora por siete días.
Gracias, más por favor.
P.D. De todas formas, que todas las figuras culturales, nos acompañen, a nosotras, a vos.
Si te ha gustado esta posdata, compártela para que llegue a más personas que leen.
Si aún no te has suscrito, puedes hacerlo aquí.
Si quieres apoyarme y colaborar con mi trabajo, compra mis libros aquí
Si quieres borrarte puedes hacerlo más abajo. Pero piénsalo, si sonreíste, estás en el lugar indicado.
Mis queridos hogares:
Casa We & Me lab! y ClemSinOxígeno
www.clemsinoxigeno.com
Créditos:
1. Imagen de una pintura sin rastro de autoría, convertida en un poema visual por Ema de @morarelamor